Marcelo D’Cons, propietario de un maxikiosco, dormía en su casa de Quintana casi Besares de La Banda, cuando se desató la tormenta eléctrica el jueves a la madrugada. Su pareja, la docente Edith Jozami Tarchini, se encontraba en una cena de fin de año con sus compañeros de trabajo en un hotel capitalino, y su hijo de 11 años estaba en la casa de su madre, ex pareja del hombre.
D’Cons escuchaba truenos entre “sueños”. Sin embargo, en un momento comenzó a sentir un olor a humo que lo despertó. Habían pasado pocos minutos de la una del jueves. Al abrir la puerta, una llamarada se le vino encima. El fuego se había adueñado de varias dependencias de la vivienda. Intentó salir, pero cayó una biblioteca encendida en llamas en su camino. Regresó al dormitorio, se cubrió con una colcha y corrió entre el fuego hacia afuera. Sólo pudo rescatar una pequeña mesa y un televisor, antes de que el incendio convirtiera en cenizas su casa de madera y techo de chapa.
Un rayo ingresó por la ventana de la habitación del hijo del comerciante y generó el siniestro.
Una llamada telefónica alertó a la profesora —que enseña Matemática, Física y Cosmografía en tres establecimientos— y dejó la fiesta. Al llegar a su casa encontró a los bomberos y todo el desastre.
La pareja indicó que perdió muebles, camas, prendas de vestir, dinero, lavarropa, todos los artículos de la cocina, microondas, equipo de música, tres acondicionadores de aire para ser instalados y “todo lo que una familia tiene en su casa”.
Amigos les prestaron una casa en el barrio El Paraíso, donde recibieron el Año Nuevo. “Hay que comenzar de nuevo”, afirmaron.
