Samra Kesinovic es una de las dos jóvenes austríacas que abandonaron sus hogares en el 2014, con un rumbo fijo, nada menos que Siria, para engrosar las filas del Estado Islámico, convirtiéndose en esposas de terroristas.
Ella fue utilizada por los yihadistas como esclava sexual y luego fue asesinada a golpes tras intentar escapar de Raqa, la supuesta "capital" del Estado Islámico.
Cabe mencionar que una mujer oriunda de Túnez -quien de manera voluntaria se unió al ISIS- logró escapar de la organización y reveló detalles concernientes a la manera en que Kesinovic vivía en Raqa. Ella indicó que Samra y su amiga Sabina Selimovic –muerta en una combate en Siria- vivían en la misma casa y eran consideradas como “regalos sexuales” para los nuevos combatientes.
La exterrorista, cuya identidad no fue dada a conocer, es la única testigo de la muerte de la muchacha, sin embargo, el Gobierno austríaco aún no confirmó las versiones concernientes al asesinato de Kesinovic.
Cabe mencionar que las muchachas fueron utilizadas por los extremistas para su propaganda de reclutamiento, ellas aparecían con rifles de combate Kaláshnikov y rodeada por hombres armados.
