Ayer, miércoles, se cumplieron tres años del trágico fallecimiento del navegante de rally, Martín Copello, quien murió al volcar el auto con el que participaba en el Gran Premio Coronación de Rally de Santiago del Estero, en la localidad de Ojo de Agua, en 2012.
Copello, quien tenía 25 años, era el copiloto de Rafael Bonacina, quien por entonces conducía un Volkswagen Gol 1.6, que en la oportunidad dio varios tumbos y luego se prendió fuego.
El trágico accidente ocurrió en el segundo tramo de velocidad cronometrado de la segunda etapa, entre Arroyo Grande y Ruta 13, cuando la tripulación Bonacina-Copello marchaba novena en la clasificación general. Bonacina, por suerte, pudo salir rápidamente del vehículo tras los tumbos que dio el auto, pero Martín Copello no. Quedó atrapado, sin poder desprenderse el cinturón de seguridad. Pese a que recibió ayuda del propio Bonacina y de la gente que se acercó ni bien observó lo que había sucedido, no pudieron sacarlo del habitáculo porque el fuego consumió rápidamente todo.
Construyeron guna ruta
Familiares y amigos de Martín Copello quisieron recordarlo ayer, en un nuevo aniversario de su fallecimiento.
Por ello, viajaron hasta Ojo de Agua, más precisamente al lugar mismo donde se produjo el fatal accidente, donde construyeron una especie de gruta, para que todo aquel amigo que quiera acercarse a visitar el lugar pueda hacerlo y para que también quede constancia y nadie olvide lo sucedido en ese sitio.
Los visitantes dejaron flores, prendieron velas en la gruta que tiene un volante de auto colgado en la cruz, donde además se ofició una misa en memoria de Martín, al cumplirse el tercer aniversario de su fallecimiento.
La muerte de Martín enlutó, en su momento, a todo el deporte santiagueño. Hoy, todavía duele y mucho.
