El abogado penalista Luis Eduardo Vergottini (63 años), a quien sus conocidos lo llamaban “Negro”, vivía solo en su casa de Córdoba 675, entre Maipú y Formosa, donde también funcionaba su estudio jurídico en la parte delantera de la propiedad del barrio Centenario. La última vez que lo habían visto fue anteayer. El conocido letrado se había trasladado a la casa de familiares —hijos y ex esposa— para saludarlos por la llegada de la Navidad.
Sin embargo, ayer a la mañana, alrededor de las 8.30, no contestó los mensajes de texto que le envió su secretaria, Roxana Godoy. La mujer tenía que ir a la mañana a abrir la puerta de la casa para que otra empleada se encargara de la limpieza y le comunicó que recién irían las dos por la tarde.
Efectivamente, la secretaria arribó al domicilio a las 17.40. La puerta de calle estaba sólo trancada, aunque desde afuera sólo se ingresa con llave. Godoy advirtió que, a pesar de ser de día, las luces del estudio y del baño se encontraban encendidas. Minutos después llegó la empleada que realizaría la limpieza.
Antes de que se iniciara el trabajo, las mujeres fueron hasta el baño y se encontraron con el abogado tirado en el piso. “Había sangre en el bidet”, afirmó Godoy a Nuevo Diario. El Dr. Vergottini estaba boca abajo. La secretaria lo tocó y comprobó que “estaba frío”.
Salió corriendo hasta la vereda, pero no vio a nadie en la calle. Como pudo, en medio de la desesperación y del dolor por la dramática escena, marcó los números del servicio de emergencia médica, cuyos paramédicos comprobaron que el profesional se encontrabasin vida y decidieron llamar a la Policía.
Al lugar acudió personal de la Comisaría Cuarta y del Departamento de Seguridad Ciudadana Nº 2 Zona Centro. Posteriormente, arribó el juez del Crimen de Cuarta Nominación, quien ordenó el ingreso de los técnicos de la División Criminalística para realizar las pericias.
Los policías encontraron el teléfono celular en el piso con varios mensajes de texto que serán analizados por los investigadores.
El penalista murió por una descompensación
El médico forense determinó que el cuerpo llevaba entre 12 y 16 horas sin vida y no presentaba signos de violencia visibles. Fuentes judiciales indicaron que el abogado murió por causas naturales. Se secuestró pastillas de un poderoso psicofármaco y whisky, cuya mezcla podría haber producido una descompensación.
