La inspección ocular realizada en la casa de la Estela López de Auat, comenzó a despejar el panorama y a terminar con algunas hipótesis. En primer lugar, los investigadores descartaron que el homicidio haya sido consecuencia de un robo. Es que a la par del cuerpo de la víctima, que presentaba seis cortes y dos puñaladas, se encontraron dos teléfonos celulares y una notebook. Además, no faltaba nada de valor. La presencia de un vidrio roto en la habitación, da indicios de que López forcejeó e intentó escapar de su asesino, que le dejó clavados dos cuchillos que había tomado de la cocina. Uno de ellos permanecía en el cuello de la mujer y el otro en el corazón. Por el momento, a pesar de que los familiares no tenían conocimiento de una relación sentimental de la víctima, no descartan que se trate de un crimen pasional.