Un aberrante hecho policial salió a la luz en las últimas horas y conmociona a gran parte del norte argentino. Un matrimonio está vinculado al crimen de una joven (22), quien apareció enterrada en el interior de una casa. La pareja terminó siendo detenida cuando estaba a punto de viajar a Monte Quemado, Copo, donde tenía pensado ocultarse de la Justicia.
El macabro hecho sucedió en la localidad de Fuerte Esperanza, Chaco. Daiana Marisel More fue torturada por estar embarazada. Los principales sospechosos son su padrastro, identificado como Fabián Ojeda, de 43 años, empleado municipal de Fuerte Esperanza y su propia madre, María Marta More, de 39.
La denuncia fue radicada el pasado 30 de noviembre por Rubén Darío Romero, ante la División Investigaciones de la localidad de Charata, por la supuesta desaparición de la joven.
Daiana desapareció en el mes de enero del año 2014. Hace un par de días su cuerpo apareció enterrado debajo de una cama de la casa de Ojeda y More. La Policía llegó al lugar cuando el matrimonio estaba a punto de subirse a una camioneta que los trasladaría a Monte Quemado, Copo. Ambos fueron apresados por los investigadores de la dependencia de Juan José Castelli y Fuerte Esperanza.
Hipólito Ruiz, periodista de una agencia de noticias de Chaco, dijo a Nuevo Diario: “Este matrimonio trabajó muchos años en Sacháyoj. Luego ellos se instalaron en Fuerte Esperanza y ahora fueron apresados cuando escapaban hacia Monte Quemado. Es más, ya habían conseguido trabajo en esa ciudad”.
Detalles de la denuncia del padre
El padre biológico de Daiana fue quien radicó la denuncia. En la misma el hombre manifestó haber mantenido una relación con María Marta entre 1996 y 2002, con quien tuvo una hija llamada Daiana Marisel More. Luego de la separación, Romero perdió contacto con su hija y la mujer se vinculó sentimentalmente con otro hombre identificado como Fabián.
En el mes de julio de 2012, Rubén Romero se encontró circunstancialmente con su ex pareja en la localidad de Charata y le consultó acerca de la hija que tenían en común. Entonces la mujer le había explicado que la joven estudiaba en la Escuela de la Familia Agrícola de esa ciudad. También en esa ocasión la mujer le suministró el número telefónico de la chica para que se comunicara en forma personal.
En un principio el hombre mantuvo contacto a través de mensajes de texto con su hija, hasta que en un determinado momento advirtió que el número telefónico en realidad pertenecía a la madre de la adolescente.
