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La Provincia Locales

Multitudinaria celebración en la asunción de monseñor Chávez

Fue Uriona quien lo consagró ante 1.500 personas que llegaron de toda la provincia.

En medio de un clima festivo, que comenzó desde temprano con la llegada de los obispos de diferentes puntos del país, la Diócesis de Añatuya consagró a su nuevo pastor,monseñor José Melitón Chávez, quien fue designado por el papa Francisco para ejercer su ministerio pastoral en nuestra provincia, tras desempeñarse como sacerdote y vicario episcopal de solidaridad y asuntos sociales de la Arquidiócesis de Tucumán.

 

El consagrante principal de la ceremonia que —por razones climáticas y número de feligreses— se trasladó al anfiteatro Padre Suárez, fue su antecesor, monseñor Adolfo Uriona, hoy, obispo de Villa de la Concepción de Río Cuarto. También estuvieron presentes en este acontecimiento el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig; el cardenal Luis Héctor Villalba y monseñor Alfredo Zecca, arzobispo emérito y arzobispo de Tucumán, respectivamente; monseñor Vicente Bokalic, obispo de Santiago del Estero; monseñor Antonio Baseotto, obispo emérito, entre otras autoridades religiosas.

 

Durante la homilía que brindó Uriona, expresó la alegría de la iglesia por la consagración episcopal de monseñor Chávez. A continuación recordó las palabras del papa Francisco: “Sean pastores cercanos a la gente, padres y hermanos, mansos, pacientes y misericordiosos”, porque “cultivando estas actitudes serán capaces de acercarse sin prejuicios ni miedos a tantos que necesitan de su pastoreo y lo están esperando quizás, sin saberlo”.

 

Dirigiéndose al flamante obispo, Uriona le dijo: “Sabrás caminar con el rebaño, acogiendo con grandeza de corazón a todos los hombres y mujeres que encontrarás visitando las comunidades. Estarás como un padre, capaz de escuchar y ayudar. Que los que llamen a la puerta de tu casa la encuentren abierta, a través de tu bondad y tu espíritu de servicio. De esta manera experimentarán la paternidad de Dios y verán a la Iglesia como una buena madre”.

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