Un travesti quedó detenida porque se hizo acceder por tres menores de 13 años ycreen que los contagio de SIDA. Se trata de una persona investigada por embriagar a tres adolescentes y tener relaciones sexuales. El conmocionante hecho ocurrió en Las Heras provincias de Santa Fe.
La terrible historia tuvo su punto de partida a mediados de marzo de este año, cuando un llamado al 911 informó sobre un problema vecinal que se estaba desarrollando en un humilde barrio de Las Heras –se reservan más precisiones para resguardar las identidades de las víctimas-.
Al llegar personal policial notó que se trataba de un grupo de vecinos que intentaban linchar a una familia. Los manifestantes le reclamaban a los padres de un joven de 20 años que había tenido relaciones sexuales con tres menores de edad. Incluso mostraban una grabación de voz donde el sospechoso detallaba lo ocurrido, informa el diario Uno.
Se dio intervención a la Oficina Fiscal 6 y se determinó la aprehensión de la acusada en cuestión, quien fue identificado como Manuel Ezequiel Bascuñán, quien ahora tiene 21 años que cumplió en julio. El fiscal de Las Heras-Lavalle Darío Nora tomó las riendas del caso y a medida que la investigación avanzó se conocieron detalles del escabroso episodio.
Según reconstruyó el expediente, en base a las declaraciones testimoniales en Cámara Gesell de los menores que tienen entre 13 y 14 años, se conocen con Bascuñán mediante su hermana, con quien son compañeros del colegio.
Bascuñán, que en ese entonces no era travesti, los invitó una noche a su casa para que se quedaran a dormir. Durante horas de la madrugada, música fuerte y bebidas alcohólicas mediante, el mayor comenzó a tocarlos y les practicó sexo oral. Luego, los convenció de que lo accedieran sexualmente, primero a uno de ellos y luego a los dos restantes.
Los menores aseguraron que el hombre los obligó a ingerir una pastilla antes de los hechos, mientras ingerían alcohol. Los exámenes médicos no encontraron restos de alguna droga –sospechan que fue Rivotril o algo similar- en la sangre de las víctimas, aunque se realizaron una semana y media después, cuando el hecho trascendió.
Uno de los puntos más graves del caso es que, en el audio que circulaba en el reclamo, la persona acusada sostenía que era portador del virus del SIDA y, por ende, había contagiado a los menores de edad.
Efectivamente, los exámenes médicos constataron que tenía en su sangre el virus de la inmunodeficiencia humana y que estaba realizando un tratamiento al respecto.
Hasta el momento, los análisis de sangre de las víctimas han arrojado resultados negativos, aunque el temor está latente ya que hay un período ventana de varios meses en el cual el virus puede permanecer oculto y luego activarse.
Los adolescentes fueron atendidos en el Grupo de Alto Riesgo (GAR) del Hospital Notti, donde estuvieron internados algunos días, y luego recuperaron su libertad, aunque siguieron con tratamientos contra el SIDA.
