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Policiales Exclusivo de NDW

El mismo día que asesinó a Di Pietro, casi mata a otra persona

El fisicoculturista apretaba con sus manos el cuello de la víctima, cuando apareció un vecino.

El carnicero Carlos Autalán (30 años), apodado “Charly”, fue catalogado por algunos de sus conocidos como una persona “muy violenta” y “prepotente”.

 

Tras su detención por los asesinatos del profesor José di Pietro (52 años), ocurrido el 5 de octubre pasado en el barrio Belgrano y del empleado de comercio Sebastián Acosta(28), sucedido el 26 de agosto último en el Bº San Germés, comenzaron a surgir testimonios de personas que conocían al sujeto, quien hacía gala de su contextura física (practicaba fisicoculturismo) y protagonizaba enfrentamientos casi todos los fines de semana.

 

Muchos sufrieron los ataques del sospechoso y uno de ellos agradece estar vivo para contar la dramática experiencia vivida con “Charly”. Salvó su vida providencialmente por la intervención de un vecino cuando el carnicero —quien es conocido en ciertos ambientes como “taxiboy”— apretaba con sus manos el cuello de la víctima para asfixiarla.

 

El día anterior a que apareciera asesinado el docente, el domingo 4 de octubre, el sobreviviente —de quien se mantiene en reserva su nombre— mantuvo un contacto telefónico a través de mensajes de texto con “Charly”. Alrededor de las nueve de la noche, se reunieron en la plaza Libertad y charlaron. Seguidamente —contó— se dirigieron hacia una vivienda de la ciudad Capital.

 

“Cuando llegamos a mi domicilio y nos encontrábamos en la puerta, él me dijo: ‘Te voy a cobrar 500 pesos’. Yo le dije que no le iba a pagar y se enfureció”, afirmó.

Añadió: “Me tomó del cuello con las dos manos y comenzó a asfixiarme. Como pude, logré pedir auxilio a los gritos”.

 

Los pedidos de ayuda de la víctima fueron escuchados providencialmente por un vecino, quien además salió a la calle para ver qué sucedía. En esa circunstancia, el hombre advirtió que la víctima estaba siendo asfixiada por el musculoso hombre. La enérgica reacción del vecino provocó que el carnicero soltara a la víctima y se marchara a la carrera. Antes de fugar, le dijo: “Ya vas a c..., te voy a encontrar en la calle”.

 

“Creo que si no hubiera aparecido mi vecino, me iba a matar, como lo hizo con el profesor Di Pietro, quien era una persona muy querida, y con Sebastián Acosta”, reveló a Nuevo Diario.

 

Se llevó abultadas sumas de dinero

 

El juez del Crimen de Cuarta Nominación, Miguel Ángel Moreno, recibió ayer a familiares de Di Pietro en su despacho de Tribunales, ocasión en la que les informó detalles del procedimiento realizado en el barrio 8 de Abril.

 

El magistrado, además, les confirmó que tienen pruebas de que estarían ante el asesino del profesor, quien enseñaba en los colegios Big Ben y San Jorge.

Fuentes ligadas con la causa revelaron que el carnicero se llevó abultadas sumas de dinero de las casas de las víctimas, que eran producto de sus ahorros que eran desconocidos por sus familiares porque vivían solas.

 

El dinero estaba siendo gastado por el sospechoso, quien hace varios meses no tenía un trabajo regular y sólo tenía ingresos económicos como “taxiboy”.

Autalán será sometido a pericias psicológicas y psiquiátricas ante la sospecha de que sea un homofóbico, que de no haber sido detenido pudo haber seguido matando.

 

Una foto de “Charly” en el Facebook de Acosta guió la investigación

 

Los investigadores de la División Homicidios y Delitos Complejos se “internaron” en las redes sociales y en las cuentas de las víctimas. De esta manera surgió la primera fotografía del sospechoso. Se encontraba en el Facebook de Sebastián Acosta, donde se advirtió que habían intercambiado mensajes por el chat.

 

Cuando comenzaron a mostrar la imagen del carnicero Autalán, nadie lo conocía. Algo similar ocurrió con los parientes del profesor Di Pietro.

 

Sin embargo, éste fue la punta del iceberg para llegar al asesino. Se inmiscuyeron en grupos y determinaron a través de testimonios la actividad que realizaba el sospechoso. Los investigadores se hicieron pasar por gays y lograron entablar diálogos con el sospechoso, a través de mensajes por Facebook, primero, y por celular, después.

 

Con varias evidencias acumuladas, se allanó anteayer el domicilio de Francisco Viano 164 del barrio 8 de Abril, donde no sólo encontraron el celular robado a Acosta, sino también el telefóno y la notebook de Di Pietro.

 

El juez le imputó a Autalán el delito de homicidio críminis causa, ya que encontraron elementos y dinero robado a las víctimas. Se espera el informe toxicológico para decidir si agrava la imputación a alevosía si se determina que las víctimas estaban indefensas.

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