En un hecho histórico y sumamente importante para toda la comunidad santiagueña, durante la jornada de ayer los sacerdotes Mario Boggetti de Monte Quemado y José Vera de Los Juríes participaron de una misa privada presidida por el papa Francisco en Roma.
Inmersos en una profunda emoción por compartir una celebración con el sumo pontífice, ambos, en diálogo exclusivo con Nuevo Diario, manifestaron sentirse “felices” y “emocionados”.
“Estuvimos en la misa privada con el papa en Santa Marta. Fue algo impagable. Lo saludamos y agradecimos por el nuevo obispo —refiriéndose a la designación de monseñor José Melitón Chávez— y le pedimos por nuestras diócesis”, detallaron desde Roma, en la mañana de ayer.
Aún contentos por la experiencia que acababan de vivir, relataron que “le entregamos muchas cartas que llevamos de los santiagueños de la Diócesis de Añatuya” los que fueron recibidos con mucha amabilidad por el Santo Padre.
“Fue una experiencia maravillosa, un gran regalo para nosotros.
Sólo estuvimos nosotros con él y pudimos hablar sobre estos temas”, agregaron.
Teniendo en cuenta la lectura que se presentó durante esta celebración, el padre Boggetti explicó que “nos dijo a todos los presentes que nos despeguemos de las riquezas” y se valore lo importante en la vida dejando un mensaje profundo para que luego sea difundido en sus comunidades.
Canonización
Ambos sacerdotes, en diálogo con este medio se refirieron a la canonización de la Madre María de la Purísima, superiora general de la Congregación de las Hermanas de la Compañía de la Cruz; de la que fueron partícipes directos junto con una delegación de santiagueños.
“Esa fue una experiencia llena de Dios. El papa nos motivó a seguir el ejemplo de la Madre María de la Purísima”, sentenció Vera.
Por su parte, Boggetti argumentó que “la plaza de San Pedro estaba totalmente colmada y una alegría sobrenatural inundó todo el lugar”. Los sacerdotes junto con el grupo de santiagueños que se encuentran en Roma desde hace algunos días, regresarán a la brevedad a la provincia.
