Tal como estaba previsto, ayer partió la delegación de 20 personas oriundas de Monte Quemado rumbo a Europa, más precisamente a la Ciudad del Vaticano, para participar de la canonización de la beata Madre María de la Purísima. Dicha celebración se llevará a cabo el próximo domingo 18.
Cabe destacar que la comitiva está integrada también por religiosos de Quimilí y Añatuya, a los cuales se les sumará otro grupo que proviene de la provincia de Tucumán.
Mientras que el lunes 19, el Sumo Pontífice oficiará una misa privada, la cual será concelebrada por dos sacerdotes de Santiago del Estero: los padres Mario Boggetti (Monte Quemado) y José Vera (Los Juríes), entre otros.
Es importante remarcar además que la próxima santa —tras un largo proceso de beatificación— será glorificada por el papa Francisco, luego de la aprobación de un milagro que se le fuera atribuido.
Asimismo, la beata María (durante 22 años) llevó las riendas de la Congregación de las Hermanas de la Cruz, siendo la madre superiora de esa comunidad.
Alegría
En diálogo con Nuevo Diario -antes de partir a Roma- el padre Boggetti señaló sobre el acontecimiento que “la beatificación no solamente es una alegría para la Congregación de las Hermanas de la Cruz, sino para todo Monte Quemado y Quimilí, puesto que vino a visitarnos en 22 ocasiones. Ella pisó el suelo de Santiago, como también lo hizo en su momento San Francisco Solano”.
De igual manera, describió a María de la Purísima como “una persona sencilla, con mucha humildad; con una gracia de una prudencia infinita y a la vez una valentía para llevar adelante la congregación como la quiso su fundadora”.
Por último, deseó tener “un encuentro de palabras con el Papa, para agradecerle por todas las cosas que viene realizando por la Iglesia”.
