De las actuaciones labradas por la muerte de María Paola Anríquez surgiría palmariamente que el hecho nunca fue informado al juez de Instrucción en lo Criminal y Correccional de Segunda Nominación, doctor Ramón Tarchini Saavedra, de turno al momento de resultar quemada la joven, caso que en ese momento se cerró como un “accidente doméstico”.
Pudo saberse que el magistrado recién tomó conocimiento del grave hecho “luego que se produjera el deceso de la víctima”, se indicó.
Dicha situación constituye una sospechosa irregularidad, por cuanto cada vez que se produce un hecho —accidental o no— la Policía lo informa al juez de turno.
El juez requiere un informe
Tal anomalía preocupó al juez Tarchini Saavedra, quien ya habría emitido un oficiodirigido al jefe de la Policía de la Provincia, requiriendo que se le informe sobre tal cuestión, que derivaría en severas sanciones administrativas para los efectivos que “obviaron” informar sobre el hecho ocurrido el 9 de septiembre del corriente en el edificio donde reside la familia de Carlos Federico Guardo (h).
Otro dato preocupante lo constituye el hecho de que, tras haberse quemado María Paola Anríquez, los padres de “Fede” Guardo habrían visitado al doctor Osvaldo Pérez Roberti, a quien informaron sobre el supuesto “accidente”, pero el camarista “se olvidó” de poner el hecho en conocimiento de los vocales que firmaron la resolución de salidas transitorias.
