Una paciente investigación realizada por personal de la División Homicidios y Delitos Complejos de la ciudad Capital permitió llegar hasta un domicilio de Suncho Corral de donde salían las llamadas y mensajes por distintos celulares, a través de los cualesamenazaba de muerte y generaba terror en docentes que residen en distintas ciudades de la provincia.
Los investigadores, con el apoyo del personal de la Comisaría 28ª, se presentaron ayer en una casa de calle 9 de Julio del barrio Centro de la ciudad cabecera del departamento Juan Felipe Ibarra. Tenían una orden de detención del sospechoso, firmada por el juez del Crimen de Segunda Nominación, Ramón Tarchini Saavedra.
Al advertir la presencia policial, el sujeto emprendió la huida a la carrera. Sin embargo, la fuga no le duró mucho. A poco más de cien metros fue acorralado e inmovilizado por los efectivos, a pesar de la férrea resistencia. El individuo es de apellido Vargas, de 23 años.
Los investigadores allanaron el domicilio del acusado y secuestraron aparatos de telefonía móvil y varios chips que serán analizados por los expertos.
La investigación se inició luego de que varios docentes de Fernández, Suncho Corral, Colonia El Simbolar y otras ciudades del interior recibían llamadas y mensajes de texto con amenazas.
Vargas quedó alojado en la Comisaría 28ª y será trasladado en los próximos días a los Tribunales santiagueños.
El joven acusado tiene hermanas que también son maestras
“Te voy a matar”, “te estoy vigilando, sé a donde vives” y “no te vas a salvar”, son algunas de las frases que escucharon o les escribieron a distintos docentes, quienes decidieron denunciar ante las reiteradas amenazas y el miedo que generaba en las víctimas, especialmente por la voz “decidida” del interlocutor.
Ninguno de los educadores sabía porqué los amenazaban ni sospechaban de personas de su ambiente. Cada vez que querían comunicarse con los números de donde provenían las llamadas, no los atendían o el aparato estaba apagado.
Los investigadores lograron establecer que el detenido Vargas tiene hermanas que son docentes y prestan servicios en escuelas del interior provincial. En este sentido, se sospecha que el acusado podría haber obtenido los números de los celulares de las víctimas a través de los teléfonos de sus familiares, sin que éstos lo supieran.
Por otra parte, ante este inusual hecho delictivo, las autoridades judiciales podrían solicitar pericias psicológicas y psiquiátricas para determinar el estado mental del sospechoso y si padece alguna patología que los hace “disfrutar” de estas singulares situaciones.
