Al menos ocho personas, entre ellas dos niños, murieron este viernes tras un nuevo bombardeo de Rusia a Ucrania, esta vez sobre la ciudad de Dnipro y en Synelnikov, a poco menos de 500 kilómetros de Kiev.
Los ataques del ejército de Vladimir Putin alcanzaron edificios de viviendas en Dnipro y en la cercana localidad de Synelnikov. En la primera murieron dos personas, y en la segunda seis, entre ellas dos niños de seis y ocho años de edad, según el ministro ucraniano del Interior, Igor Klimenko.
Además, al menos 25 personas resultaron heridas, según el gobernador de la región de Dnipro, en el centro-este del país, publica Clarín.
En total, Rusia disparó 22 misiles y 14 drones explosivos la madrugada de este viernes contra objetivos en Ucrania, según declaró el Ejército del Aire ucraniano, que afirmó haber abatido 29 de esos proyectiles.
La embajadora de Estados Unidos en Kiev, Bridget Brink, repudió el ataque y sostuvo que "cada día, cada minuto es importante para la asistencia de Estados Unidos a Ucrania".
El presidente Volodimir Zelenski pidió de nuevo a sus socios la entrega de sistemas de defensa aérea, para que las ciudades del país invadido por Rusia desde febrero de 2022 puedan defenderse del "terror" de Moscú.
Los ministros de Exteriores del G7 se comprometieron el viernes a "reforzar los medios de defensa aérea de Ucrania" frente a los ataques rusos, al término de una reunión en la isla italiana de Capri.
En tanto, la Cámara de Representantes de Estados Unidos votará este sábado un paquete de ayuda de 61.000 millones de dólares a Ucrania, que llevaba meses bloqueado por desavenencias entre demócratas y republicanos.
El jefe de la CIA, Bill Burns, advirtió el jueves que Ucrania podría perder la guerra con Rusia a finales de año a menos que Washington envíe más ayuda militar.
